LA POBREZA MENSTRUAL

Hace tiempo que comenzó un movimiento con el objetivo de favorecer que los artículos que las mujeres tenemos que usar con la menstruación no tenga iva o al menos este sea el mismo impuesto a artículos de primera necesidad.

Sin embargo no se ha podido observar ningún cambio en este aspecto.

Por todo ello creo que son muchas las mujeres, adolescentes e incluso niñas (ya que hoy en día la menstruación llega en edades excesivamente tempranas) que sufren cada mes por no poder adquirir los productos necesarios para la menstruación.

En el caso de aquellas alumnas que no puedan tener acceso a dichos materiales es posible que produzca que no puedan acudir a los centros. Esta situación en si misma ya es una discriminación con respecto al resto de alumnas. Por otro lado, si acuden al centro pero no usan los recursos adecuados para ahorrar dinero, esto puede producir que se manchen y por tanto es muy posible que toda su atención esté en que esto no pase, quedando a un lado las explicaciones que se puedan estar dando en clase.

Otro aspecto importante es cómo el alumnado afronta hablar de la menstruación. En mi caso soy una maestra de 5º de primaria y ya he intentado abordar el tema en el aula, ya que hay alumnas que ya tienen la menstruación. Ante ello he podido observar dos formas muy distintas de afrontarlo.

Por una lado están los alumnos que no sienten la necesidad de hablar de ello ya que ellos no la tienen, con lo cual es bastante difícil ahondar en lo que pueden pensar al respecto.

Por otro lado están las alumnas que se sienten ruborizadas por hablar de algo que les está ocurriendo y que tampoco entienden muy bien. Además hay una parte de alumnas que como aún no la tienen no habían hablando antes de ella.

Ante esta situación quise hacerles entender que la menstruación es algo que nos atañe a todos ya que aunque solo las mujeres la tenemos, los hombres también son parte importante para que cuando la tengamos no sea un obstáculo para nosotras. Les puse el ejemplo de que una de sus compañeras se manchase, con tan solo que se lo dijesen a ella, sin necesidad de darle notoriedad la estarían ayudando y harían que las chicas se sintieran más cómodas cuando tengan la menstruación ya que en el caso de que se manchasen se las ayudaría y no habría mayor problema.

En mi centro se trató en una CCP el tema de cómo ofrecer a la niñas que lo necesites productos de higiene menstrual. Al final se optó por que las docentes lo tengamos en nuestras clase para que así si en algún momento es necesario podamos ofrecérselo con la mayor facilidad posible.

Por último creo que en el caso de las mascarillas se reguló un precio ya que fue un producto que se usó en un momento de catarsis y que esto produjo que muchas empresas viesen la oportunidad de ganar dinero, teniendo en cuenta además que durante un tiempo ni siquiera había este producto en stock. Sin embargo con los productos de higiene existen numerosas marcas, con calidades muy diversas y además en los últimos tiempos han surgido nuevos productos (como las bragas lavables) que no se bien cómo están catalogados para que se regule su iva. Por todo ello, sería necesario en un primer momento que se controlado todos los productos existentes para diferenciar los que son de primera necesidad (puede ser el caso de una compresa) de los que no si es que alguno puede no considerarse de primera necesidad, ya que todas las mujeres los necesitamos todos los meses.

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